La ropa y el estado de ánimo...

Un estudio acaba de demostrar que existe una estrecha relación entre la ropa y el estado de ánimo de las mujeres, algo que creo que todas tenemos clarísimo.

El caso es que el estudio realizado ha mostrado que existe una estrecha y curiosa relación entre el estado de ánimo y la forma de vestir, algo que yo haría también extensivo a los hombres. Y algo obvio también si tenemos en cuenta la cromoterapia y el efecto que el color tiene sobre nuestras emociones. Cuando estas tristes, bajos de ánimo o poco comunicativo ¿nos lanzamos al negro y a los colores oscuros? Y nos gusta el blanco y los colores claros cuando se siente bellos y contentos. Por supuesto, todo tiene sus excepciones, porque el negro también es uno de los colores preferidos para la seducción, sobre todo si hablamos de ropa interior.

Volviendo al estudio: tras preguntar a más de 100 mujeres qué llevan puesto cuando se sienten bajo de animo, los investigadores concluyeron que optaban por cómodos Jeans y una camiseta que tapa la cintura y parte de las caderas. En esto seguramente todas estaremos de acuerdo, sobre todo cuando no estás muy contenta con tu cuerpo o te gustaría perder algunos kilitos. Pero si una mujer se sente feliz, aumentaba en un 10% sus probabilidades de ponerse su vestido favorito. Y algo curioso: la felicidad también se reflejaba en las ganas de ponerse accesorios; cuanto más contenta, más posibilidades de llevar collares, pendientes, bolsos o gorros, cinco veces más que si está deprimida. Lo que me hace pensar que yo debo estar casi siempre muy feliz, porque me encanta completar mis ‘outfits’ con cinturones, pulseras o collares de mi estilo.

El estudio concluye afirmando que existe el “vestido de la felicidad”: de colores vivos, que realza la figura, es cómodo y de calidad. pensando en mi vestido de la felicidad, creo que tengo un par de ellos: uno negro que tengo desde hace mas de diez años, y otro es de color rosa que tengo desde hace un año pero que nunca ha pasado de moda y que me pongo cuando tengo ganas de ir sexy (que deberia de ser rojo) pero a mi me encanta el rosa, lo veo romantico y muy sexy. Con lo que compruebo que el rosa es uno de mis colores felices.

Que existe una relación entre lo que nos ponemos y nuestro estado de ánimo creo que es obvio, como lo es también, al menos para mí, que nuestra forma de vestir nos define y nos permite expresarnos, es parte de nuestra personalidad. Pero yo añadiría otra vía de investigación al estudio: cómo puede cambiar nuestro estado de ánimo la ropa. Me explico: hace años a mí me pasaba lo que dice el estudio, es decir, cuando me sentía baja de ánimo salía de casa más fea que nunca, con ropa cómoda, ancha y poco favorecedora. Pero hace tiempo que hago todo lo contrario: cuando me siento fea, triste o floja me arreglo todo lo que puedo para levantarme el ánimo. Y en parte lo consigo, desde luego mucho más que si me visto como una viuda negra. Un poquito de maquillaje también hace maravillas.

Para mí, sin obsesionarse ni tener que gastarse grandes dinerales, la ropa es un arma muy eficaz para reflejar nuestras emociones, pero también para cambiarlas y mejorarlas. Arreglarse para ver a alguien, ya se una pareja, una amiga o tu familia, muestra diferencia hacia esa persona. Que los demás nos ofrezcan un aspecto agradable nos transmite, por qué no, alegría. Algo que he comprobado últimamente en mi madre, que cuando ando un pò de ánimo, y no quiero arreglarme como antes, lo que no sólo hecho años encima sino que a los demás les transmite tristeza. Cuando insiste para que me arregle el pelo o me vista más joven, yo soy la primera en agradecerselo, veo cómo cambia mi cara cuando me veo en el espejo…

La clave es buscar un equilibrio entre lo que nos resulta cómodo y nos hace sentir bien, sin exagerar ni querer ser algo que no somos. La idea es salir al mundo de la mejor manera y, “una buena vestimenta e imagen no es todo, pero puede hacernos sentir mejor y más reconfortadas”.

“Verse bien y sentirse a gusto con la imagen que devuelve el espejo depende de uno, no de otra persona”.

Nos vemos a la proxima... Baci...baci...